Los chicos y yo hemos estado enfermos intermitentemente durante la última semana, así que hemos estado haciendo toneladas de sopas de pollo. He estado sacando pollos enteros de mi congelador y rostizándolos. Quito la carne para la sopa y luego me quedan los huesos de pollo. Rostizo los huesos de pollo a 425ºF durante 30 minutos y luego los pongo en una olla con los restos de las verduras que no uso (como las partes superiores e inferiores de las zanahorias, apio y cebollas, así como las cáscaras de cebolla) y las pongo junto con los huesos de pollo. A continuación está la receta de la Chef Amanda DeLaura, que puedes seguir. ¡No olvides guardar el hueso de la suerte para tus hijos! ¡Bon appétit!
Rinde más de 8 tazas
Ingredientes:
Los huesos de un pollo entero orgánico de pastoreo
2 zanahorias, cortadas en trozos grandes
2 tallos de apio, cortados en trozos grandes
1 cebolla, cortada en cuartos
1 bulbo de ajo, cortado por la mitad horizontalmente
2 hojas de laurel
1/4 taza de vinagre de sidra de manzana orgánico
1 pizca de granos de pimienta negra enteros
16 tazas de agua, o más según sea necesario
Sal, al gusto
Instrucciones:
- Si usas los huesos de pollo sobrantes de la receta de la semana pasada, asegúrate de quitar el limón y las hierbas si no seguirán cocinándose y se harán amargos arruinando el sabor de tu caldo. Añade los huesos de pollo, zanahorias, apio, cebollas, ajo, hojas de laurel y granos de pimienta negra a una olla muy grande. Llena completamente la olla con agua, dejando aproximadamente 2 pulgadas (5cm aprox.) en la parte superior para que el caldo no se derrame al hervir. Añade el vinagre.
- Coloca la olla a fuego alto y llévala a ebullición. Una vez que esté hirviendo, continúa hirviendo a fuego alto durante unos 5 minutos más. A medida que la espuma y otras impurezas suban a la superficie de tu olla, asegúrate de retirarlas con un cucharón. Reduce el fuego a medio-bajo y cocina a fuego lento durante 6 a 12 horas. Si el caldo se evapora demasiado y los huesos quedan descubiertos, llena la olla con más agua. Cuanto más tiempo cocines el caldo, más rico será el sabor y el color.
- Una vez que hayas retirado el caldo del fuego, cuélalo cuidadosamente a través de un colador de malla fina o una gasa, desechando los huesos y restos de verduras. Sazona tu consomé con sal marina y enfríalo rápidamente sobre un baño de hielo. No pongas el caldo caliente directamente en el refrigerador. Esto es un ambiente perfecto para que crezcan bacterias y aumentará la temperatura de tu refrigerador, lo que podría echar a perder otros alimentos refrigerados.
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