Para aquellos de ustedes que se perdieron la Parte 2 del seminario web con el Dr. John Gildea y el Dr. Martin Katz, hagan clic en el audio a continuación.
Aspectos que se destacan en este video:
8:15 - Dormir
18:30 – Infección
28:55 – Epilepsia
28:35 – Depresión
44:44 - Ansiedad
49:41 – Testimonio clínico sobre el impacto del sulforafano en niños autistas del Dr. David MacDonald*
Transcripción del Seminario (traducido al español).
Seminario: Causas Raíz del Autismo y 10 Respuestas desde la Ciencia
David Roberts:
Hola a todos, soy David Roberts. Bienvenidos al seminario web “Causas raíz del autismo y 10 respuestas desde la ciencia”. Esta es la segunda parte de un seminario en dos partes. La semana pasada cubrimos cinco causas y hoy cubriremos cinco más. Antes de empezar, quiero presentar al Dr. John Gildea y al Dr. Martin Katz. El Dr. Katz es un médico con doble certificación. Trabaja en Charlottesville, Virginia, y sus intereses incluyen el trabajo con atletas y enseñar a sus pacientes sobre nutrición y cómo ésta impacta la salud. El Dr. Gildea es investigador en la Universidad de Virginia y uno de los creadores del suplemento intestinal conocido como Restore. Validó científicamente que este producto mejora la salud intestinal. Ha publicado numerosos estudios y, tras el diagnóstico de cáncer de mama de su esposa hace 15 años, se ha convertido en un experto en suplementos.
Él fue quien formuló el brócoli estabilizado con sulforafano y está relacionado con esa compañía. La semana pasada hablamos sobre las especies reactivas de oxígeno, explicando cómo factores ambientales y genéticos hacen que los niños autistas sean especialmente vulnerables al estrés oxidativo. Esto causa daños específicos a proteínas y ADN. También discutimos la disfunción mitocondrial, donde las enfermedades mitocondriales conducen a anormalidades en la generación de energía en el ciclo de Krebs. Además, tratamos el tema de la desintoxicación, específicamente el metabolismo alterado del glutatión en los niños autistas, y cómo esa deficiencia juega un papel clave en su incapacidad para eliminar toxinas.
Por ejemplo, un niño neurotípico puede enfrentar una toxina sin problema, mientras que un niño autista podría experimentar un impacto significativo. De hecho, el Dr. Gildea compartió un caso de un niño que jugaba en el jardín y se ensució. Le prestaron una sudadera que había sido lavada con un detergente en particular, lo que desencadenó una regresión significativa en su comportamiento.
También hablamos de la inflamación, que es la raíz de muchas enfermedades, y cómo afecta la salud intestinal. Una dieta deficiente lleva a una microbiota intestinal desequilibrada, disbiosis, LPS (lipopolisacáridos), intestino permeable y problemas en la conexión intestino-cerebro. Hoy hablaremos de temas como el sueño, infecciones, epilepsia, depresión y ansiedad. Revisaremos investigaciones y realizaremos una sesión de preguntas y respuestas. También ofreceremos botellas gratuitas a los participantes, y les invitamos a hacer preguntas por chat o enviarlas al correo info@mara-labs.com.
El autismo es un problema muy significativo en Estados Unidos, afectando al 2% de los niños, más a los varones que a las niñas, y su prevalencia sigue aumentando cada año. Aunque no hay una etiología clara, se está realizando una cantidad significativa de investigación. Ahora, cedo la palabra al Dr. Katz.
Dr. Martin Katz:
Hola a todos. Quiero comenzar mencionando cómo practico la medicina. Disfruto hablar con mis pacientes sobre nutrición, pero eso es solo una parte de un estilo de vida saludable. También nos enfocamos en el ejercicio, el sueño, la microbiota intestinal, la comunidad y el manejo del estrés.
El autismo es una enfermedad compleja con causas variadas. Lo vemos a nivel sináptico, cerebral, intestinal y mitocondrial. Estamos lidiando con problemas relacionados con toxinas en el ambiente, en nuestros alimentos y un entorno alimentario cada vez menos diverso. Los niños tienen cada vez más opciones para no ejercitarse, no salir al aire libre y no usar su creatividad. Como médico y padre, veo estos desafíos todos los días.
Estos temas no solo son relevantes para el autismo, sino también para otros problemas como la demencia, cuya incidencia está aumentando. Cuanto más hablemos sobre estas cuestiones y financiamos estrategias para mejorar estos problemas, mejor será.
El primer tema de hoy es el sueño. El sueño es una parte integral de la salud, y los niños con autismo suelen tener dificultades para dormir. Esto afecta significativamente a las familias, ya que puede ser muy disruptivo. Muchos de estos problemas están relacionados con la neuroinflamación y la producción insuficiente de melatonina, lo que dificulta el inicio y mantenimiento del sueño.
Les explico a mis pacientes que, durante las primeras etapas del sueño (sueño no REM), el cuerpo realiza procesos cruciales de reparación. Si no obtenemos suficiente sueño, estos procesos se ven interrumpidos. Los niños autistas ya enfrentan inflamación y toxicidad, y los problemas de sueño agravan estas condiciones. Muchos llegan a mi consulta tomando múltiples medicamentos fuertes.
Algunas estrategias para abordar este problema incluyen la exposición al sol, especialmente al mediodía, para mejorar el ritmo circadiano. También promover la actividad física y la suplementación con melatonina y vitamina D. Además, es importante que el entorno para dormir sea cómodo, oscuro y silencioso. Algunos niños autistas se benefician del ruido blanco. También discutimos cómo abordar la neuroinflamación con curcumina y sulforafano, que pueden mejorar el sueño.
David Roberts:
Dr. Katz, mencionaste factores ambientales, dieta, temperatura del cuarto y suplementación. ¿Qué papel juegan los aspectos conductuales, como un horario de sueño específico?
Dr. Martin Katz:
Establecer una rutina de sueño es crucial. Por ejemplo, evitar pantallas antes de dormir, ofrecer un baño relajante o leer un libro con luz tenue puede ayudar. Estas estrategias deben aplicarse de manera constante durante al menos dos semanas para ver resultados.
David Roberts:
Se estima que más del 50% de los niños autistas tienen problemas para dormir. ¿Mejoran sus síntomas en el espectro cuando se resuelven los problemas de sueño?
Dr. John Gildea:
Sí. Durante el sueño, el cerebro elimina toxinas, y la falta de sueño puede exacerbar la inflamación. Además, el ejercicio durante el día ayuda a mejorar el flujo linfático, lo que también contribuye a eliminar toxinas.
David Roberts:
Gracias. Ahora pasemos al tema de las infecciones.
Dr. John Gildea:
Una de las primeras conexiones entre autismo e infecciones fue el reconocimiento de problemas gastrointestinales en estos niños. Muchas madres notaron que sus hijos tenían molestias intestinales, lo que llevó a los investigadores a explorar la relación entre el autismo y la microbiota intestinal. La disbiosis, el crecimiento excesivo de levaduras y las infecciones bacterianas como C. difficile son comunes en estos niños.
El tratamiento inicial solía incluir antibióticos y antimicóticos en dosis altas, pero hoy en día entendemos que la clave es restaurar la diversidad microbiana. La microbiota intestinal está relacionada con muchas enfermedades, incluyendo epilepsia y enfermedades autoinmunes. En el caso del autismo, el sistema inmune está desregulado, lo que permite que las infecciones se arraiguen y perpetúen un ciclo de inflamación.
Dr. Martin Katz:
El estrés también juega un papel importante en la disbiosis. Estudios muestran que el estrés materno durante el embarazo puede predisponer al niño a un microbioma desequilibrado, lo que aumenta la inflamación y perpetúa el ciclo de la enfermedad.
Claro, aquí tienes la continuación de la traducción:
David Roberts:
En muchos estudios sobre autismo e infecciones, se menciona la importancia de las infecciones durante el embarazo. ¿Qué tan relevante es esta relación con respecto a infecciones posteriores y el desarrollo del autismo?
Dr. John Gildea:
Existen investigaciones pioneras en Johns Hopkins que encontraron que las madres de niños con autismo recurrente tenían anticuerpos autoinmunes que atacaban proteínas cerebrales. Antes del nacimiento, la barrera hematoencefálica del bebé aún no está completamente formada, lo que permite que estos anticuerpos maternos accedan al cerebro del feto. Además, los toxinas a las que está expuesta la madre pueden afectar más al feto, ya que el cerebro de la madre está protegido por barreras celulares que el cerebro del bebé aún no tiene. Esto crea una conexión compleja entre las infecciones maternas, la inmunidad y el desarrollo del cerebro del bebé.
David Roberts:
Gracias. Para quienes se acaban de unir al seminario, pueden hacer preguntas a través del panel de control o enviarlas por correo a info@mara-labs.com. Ahora pasemos al tema de la epilepsia.
Dr. John Gildea:
Una proporción significativa de niños con autismo, aproximadamente el 30%, presenta anomalías en los EEG si se les realiza un monitoreo prolongado. Estos niños a menudo tienen episodios en los que parecen estar “ausentes”, con una mirada fija. Investigaciones como el estudio CHARGE realizado por el Instituto MIND identificaron esta conexión y categorizan el autismo según la presencia de síntomas epilépticos.
Un dato interesante es la conexión entre la microbiota y la epilepsia. Las dietas cetogénicas, conocidas por beneficiar a niños con epilepsia, afectan la microbiota al aumentar los niveles de butirato, lo que parece ser clave en la regulación de estos síntomas. De nuevo, vemos cómo la inflamación, el intestino y el cerebro están interconectados.
Otro punto fascinante es que las bacterias intestinales producen ARN pequeños que circulan por el cuerpo e influyen en la expresión genética, incluyendo la del cerebro. Esto refuerza la importancia de un microbioma saludable en el manejo de la epilepsia y otros síntomas del espectro autista.
Dr. Martin Katz:
En relación con el sueño, sabemos que existe un equilibrio entre las neuronas excitatorias e inhibitorias. Cuando este equilibrio se altera, pueden surgir problemas como la epilepsia. Suplementos como glicina pueden ayudar a reducir la actividad neuronal excitatoria y mejorar el sueño en algunos niños. También mencionamos el uso de sulforafano y dietas cetogénicas, que tienen efectos beneficiosos en la inflamación asociada con la epilepsia. Finalmente, el aceite de CBD está ganando popularidad, pero su estandarización y dosificación aún son áreas de estudio.
David Roberts:
He leído que el 25% de los niños con autismo se desarrollan normalmente hasta los tres años, pero luego pierden habilidades. ¿Qué relación podría tener esto con la epilepsia?
Dr. John Gildea:
Esa regresión se ha asociado con infecciones o respuestas inmunes exacerbadas. Aunque no siempre se correlaciona con epilepsia, ambos problemas pueden coexistir. Es un tema complejo que requiere más investigación.
Dr. Martin Katz:
Algunos estudios han explorado la conexión entre vacunas, fiebre e inflamación en este contexto, pero es un tema controvertido. Por ejemplo, se ha observado que tomar acetaminofén después de una vacuna puede aumentar el riesgo de autismo en ciertos casos, aunque no hay conclusiones definitivas.
David Roberts:
Gracias. Pasemos al tema de la depresión.
Dr. Martin Katz:
La depresión en niños no verbales es especialmente difícil de identificar. Algunos buscan una “explosión” de dopamina consumiendo alimentos ricos en azúcares o carbohidratos específicos, lo que podría ser un mecanismo de compensación. Sabemos que la serotonina, cuya producción depende de un intestino saludable, está implicada en la depresión.
En mi práctica, recomiendo actividades físicas como saltar, bailar o montar a caballo. Estas actividades no solo mejoran el estado de ánimo, sino que también ayudan con la propriocepción y el equilibrio. Además, es importante mejorar el sueño y considerar suplementos como sulforafano y curcumina, que tienen efectos comprobados en la neuroinflamación y la depresión.
Dr. John Gildea:
También es crucial ajustar la dieta. Muchos niños autistas mejoran con dietas específicas, como la dieta baja en FODMAPs o sin gluten ni caseína. Esto reduce la inflamación y mejora tanto el estado de ánimo como la función cognitiva.
Dr. Martin Katz:
La ansiedad en niños autistas también es un gran desafío. La inflamación intestinal y la conexión cerebro-intestino juegan un papel importante. Suplementos como zinc, curcumina y sulforafano pueden ser útiles, al igual que técnicas para regular el nervio vago, que transmite información del intestino al cerebro. Es un enfoque holístico que requiere paciencia y consistencia.
David Roberts:
Dr. McDonald, sé que ha estado utilizando sulforafano en su práctica. ¿Podría compartir algunos casos recientes?
Dr. David McDonald:
Por supuesto. Tengo un caso de un niño de 10 años que solía ser muy disruptivo en la clase de natación y en el autobús. Después de una semana con sulforafano, su comportamiento cambió completamente. Otro caso es un adolescente de 13 años que ha mejorado notablemente en matemáticas y memoria en solo un mes. También he notado mejoras en el sueño de algunos pacientes, aunque a menudo uso magnesio junto con sulforafano, por lo que no siempre es fácil determinar cuál de los dos está teniendo el mayor impacto.
David Roberts:
Gracias. Antes de concluir, ¿hay algún otro comentario o tema que quieran abordar?
Dr. Martin Katz:
Solo quiero enfatizar que el sulforafano tiene efectos pleiotrópicos, lo que significa que beneficia múltiples sistemas en el cuerpo, desde el cerebro hasta el sistema inmunológico y la inflamación. Su capacidad para influir en la epigenética es increíblemente poderosa.
David Roberts:
Gracias a todos los panelistas y participantes por acompañarnos. Recuerden que estamos ofreciendo una botella gratuita de sulforafano a quienes asistan al seminario. Por favor, envíen un correo a info@mara-labs.com con su dirección para reclamarla. También estamos ofreciendo un descuento del 50% en nuestra fórmula profesional hasta este viernes.
Agradecemos su tiempo y esperamos que esta información sea útil. ¡Buenas noches a todos!
*Estas declaraciones no han sido evaluadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Este producto no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad.
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