En algún momento, muchos de nosotros hemos lidiado con problemas relacionados con el intestino, como hinchazón, malestar estomacal o indigestión. Para algunos, estos problemas quizás han progresado a algo más grave. Sin embargo, es importante analizar la salud intestinal desde una perspectiva amplia, considerando la investigación, y observar más profundamente las causas que no son tan evidentes.
Muchos enfoques solo se centran en el aspecto alimenticio para mantener un intestino sano. Aunque la nutrición es esencial (hablaremos de esto en detalle), somos seres completos con muchos sistemas interconectados que requieren un enfoque integral.
Entendiendo el Intestino Permeable
Una parte de tener un intestino sano es mantener el revestimiento de tus intestinos fuerte e intacto. Básicamente, quieres prevenir y protegerte contra lo que muchos llaman “intestino permeable”. La Biblioteca Nacional de Medicina describe el intestino permeable como un término simple que refleja la permeabilidad intestinal. (1)
Los estudios sugieren que este estado de salud intestinal puede tener implicaciones que van desde problemas menores, como sensibilidades alimentarias o calambres estomacales, hasta enfermedades más serias.
Alimentos Asociados con Problemas Intestinales
Cuando tienes problemas digestivos, lo primero que se debe considerar es cómo es tu alimentación. Algunos alimentos comúnmente asociados con problemas intestinales incluyen el gluten, los lácteos, los alimentos con alto índice glucémico y el exceso de cafeína.
Lo que este artículo pretende ofrecerte es una perspectiva diferente sobre cómo recalibrar tu intestino y adoptar un enfoque sostenible y a largo plazo para mantener tu sistema digestivo saludable. La reacción típica es hacer una dieta de eliminación, reduciendo o eliminando por completo los alimentos mencionados.
Aunque esto puede proporcionar alivio temporal, es fundamental que analicemos la raíz de por qué se produce la alteración en primer lugar. ¿Es la comida la causa principal? ¿O hay otros factores en juego?
Come Productos Orgánicos, Evitando el Glifosato
Ahora sabemos lo extendido que está el glifosato y cómo afecta la salud humana y animal. Los efectos dañinos de este herbicida están bien documentados, incluyendo su impacto negativo en el sistema nervioso, el revestimiento intestinal, la disbiosis intestinal e incluso en los cambios de comportamiento.
El Dr. John Gildea, uno de los fundadores de Mara Labs, ha estado midiendo los niveles de glifosato en alimentos comunes. Se estima que la cantidad de glifosato en una comida típica de comida rápida no orgánica es de 20 a 40 partes por millón. Esta cantidad, sumada al gluten presente en esas comidas, puede degradar rápidamente las barreras del intestino, como lo demuestran estudios en cultivos celulares.
Algunas buenas maneras de evitar el glifosato son comprar productos orgánicos, conocer a los agricultores locales para asegurarte de que no rocían sus cultivos y estar al tanto de la lista de los doce sucios para evitar productos con altos residuos de pesticidas.
Comer Alimentos de Temporada y Locales
El consumo de alimentos locales y de temporada no solo apoya la economía local y ofrece productos más frescos, sino que también puede tener beneficios fisiológicos para tu salud. La Universidad de Hawái nos recuerda que toda la energía que obtenemos de los alimentos puede rastrearse hasta el sol.
Los estudios muestran que el consumo de alimentos de temporada puede afectar positivamente tu metabolismo. También sugieren que los alimentos ricos en polifenoles y cultivados en tu entorno de luz local pueden optimizar tu salud. Por ejemplo, comer frutas tropicales en invierno, cuando no vives en un clima tropical, puede no ser lo ideal, ya que no coincide con las necesidades de tus mitocondrias y puede generar inflamación.
Come Alimentos Antiinflamatorios
Revisar tu alimentación es crucial para mantener una buena salud intestinal. Los estudios indican que los compuestos presentes en la dieta pueden aliviar los procesos inflamatorios en el cuerpo e incluso actuar como medicina.
Algunos alimentos que son naturalmente antiinflamatorios incluyen el aceite de oliva, tomates, vegetales de hoja verde (brócoli, espinacas, col rizada), cúrcuma, salmón, sardinas, fresas, arándanos, cerezas y naranjas.
Para asegurarte de obtener una dosis adecuada en una forma funcional y biodisponible, te recomendamos productos como BrocElite, CurcElite y ResverElite, que contienen sulforafano, curcumina y resveratrol, respectivamente, todos conocidos por sus propiedades antiinflamatorias.
Come Alimentos Fermentados y Ricos en Prebióticos
Se ha documentado que los alimentos fermentados han sido parte de la dieta humana durante los últimos 10,000 años, ofreciendo péptidos bioactivos y metabolitos microbianos. Los alimentos ricos en prebióticos son beneficiosos para la salud intestinal, ya que actúan como fuentes de carbono para las vías de fermentación en el colon, promoviendo una mejor digestión.
Come Carne de Res Alimentada con Pasto
Elegir carne de res alimentada con pasto en lugar de carne convencional ayuda a reducir la exposición al glifosato y otros pesticidas. Además, la carne alimentada con pasto es más nutritiva y contiene niveles más altos de ácidos grasos omega-3, que ayudan a controlar la inflamación y mantener la salud del cerebro.
Considera el Sol y tu Ritmo Circadiano
Hay una creciente evidencia que respalda que el ritmo circadiano es fundamental para la salud óptima. Recibir suficiente luz solar natural durante el día y respetar la oscuridad por la noche son aspectos importantes para mejorar la salud intestinal.
Considera Probióticos Específicos
Antes de recurrir a suplementos probióticos, es útil aprovechar la inteligencia de nuestro cuerpo y la exposición natural a la luz para recalibrar la microbiota intestinal. Si aún necesitas apoyo adicional, los estudios sugieren que las cepas Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium animalis son las más investigadas.
Conclusión
Somos seres interconectados con un complejo sistema de comunicación interno. La investigación sugiere que nuestro ritmo circadiano está vinculado a la microbiota, lo que a su vez está relacionado con la obesidad y la salud hormonal. Es razonable avanzar con la comprensión de que debemos abordar la salud de manera sistémica y holística.
Referencias:
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