Todo el mundo sabe cómo se siente una buena noche de sueño. Y creo que todos podemos estar de acuerdo en que es necesario dormir bien para estar sano. Pero, ¿cómo es “dormir bien”? Y si puede lograr "dormir bien", ¿qué beneficios para la salud verá? Comenzaré a abordar estas preguntas esta semana destacando cuatro beneficios para la salud de dormir bien.
1. Memoria y concentración
Probablemente no sea sorprendente que uno de los principales beneficios de dormir bien sea que promueve una actividad cerebral saludable. Si eres como yo y te has quedado despierto toda la noche ya sea voluntariamente por un proyecto escolar o involuntariamente por insomnio, estarás de acuerdo en que tienes menos concentración el segundo día. Debido a esto, aprendí desde el principio en la escuela que soy mucho más capaz de prestar atención a mi trabajo si duermo aunque sea unas pocas horas. Un estudio de 2018 relacionó esta dinámica sueño-atención y descubrió que depende del funcionamiento de las partes corticales y subcorticales del cerebro. Además, un estudio de 2013 mostró la importancia del sueño para la capacidad del cerebro para consolidar la memoria que conduce a la generación y preservación de recuerdos a largo plazo.
2. Longevidad
Pero el propósito de dormir bien no es sólo sentirse fresco y tener buena concentración. El sueño ayuda a facilitar la reparación y recuperación de las células de músculos y órganos, así como la renovación y regulación de tu metabolismo.
Un estudio de 2017 que analizó a personas que vivieron hasta los 100 años o más mostró que a los 70 años, los centenarios tenían más probabilidades de haber dormido más de 8 horas por noche y de haber tomado una siesta en comparación con los controles. Pero, ¿dormir más conduce a vivir más tiempo? No necesariamente. Un estudio de gemelos realizado en 2007 demostró que dormir menos de siete horas por noche y más de ocho horas por noche aumentaba el riesgo de muerte en un 24% y un 17%, respectivamente. Por lo tanto, el período de siete a ocho horas puede ser un punto ideal para la duración del sueño en promedio.
3. Control de peso
La obesidad está muy extendida en la sociedad estadounidense. La duración corta del sueño se ha asociado con la obesidad en varios estudios. Estos estudios, sin embargo, no logran vincular la falta de sueño como la causa de esta obesidad. Asociación o correlación no es lo mismo que causalidad. Una de las razones del vínculo entre el sueño y el peso se debe a la influencia del sueño en las conductas alimentarias , donde la falta de sueño facilita un aumento en los refrigerios y el consumo de alimentos ricos en calorías. Las comidas al final del día son muy malas desde el punto de vista de la salud, ya que muchos de sus sistemas están en modo de descanso y reparación en lugar de en modo despierto y comiendo. Además, cuando comes tarde, tu melatonina ha desactivado tu generación de insulina y te quedas con niveles altos de glucosa en sangre durante toda la noche, lo que puede alimentar la inflamación.
4. Protéjase contra la depresión.
El sueño y la depresión son como el huevo y la gallina. ¿Qué viene primero? Si usted lucha contra el insomnio, tiene diez veces más probabilidades de desarrollar depresión que alguien que duerme bien. Un estudio de 2012 demostró que el insomnio es un factor de riesgo de incidencia y gravedad de la depresión, recurrencia de episodios depresivos e incluso suicidio. Asimismo, las investigaciones han demostrado que la apnea obstructiva del sueño, el segundo trastorno del sueño más común detrás del insomnio, contribuye al desarrollo de la depresión.
Mirándolo desde el ángulo de la depresión, de aquellos que están deprimidos, el 75 por ciento tiene problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido. Pero parece que mejorar el sueño puede romper el ciclo negativo, independientemente de dónde comience.
Abordaré otros temas sobre el sueño en las próximas semanas antes del lanzamiento de nuestro suplemento específicamente formulado para ayudar tanto con el sueño como con el estado de ánimo.
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