Mi clase favorita en la escuela de salud pública fue la de salud pública ambiental. Como su nombre lo indica, trataba sobre las implicaciones para la salud de las diversas toxinas en nuestro entorno con las que nos encontramos en nuestra vida diaria. Esta exposición puede ocurrir al inhalarlas, ingerirlas o absorberlas a través de nuestra piel.
Hace unos diez años, una amiga mía se sometió a una prueba de toxicidad y le encontraron niveles significativos de toxinas en su cuerpo. Al investigar de dónde podrían venir estas exposiciones tóxicas, descubrió que los recibos impresos de las tiendas son una fuente poco conocida.
¿Productos químicos tóxicos en los recibos? Sí. Por eso no he tomado un recibo en la caja registradora en años.
Entonces, ¿cuáles son estas toxinas?
El bisfenol-A (BPA) y el bisfenol-S (BPS) son los más comunes. Recubren el recibo para hacerlo más duradero y sensible al calor. Pero el BPA y el BPS también son conocidos disruptores endocrinos que pueden transferirse a tu piel cuando los manipulas.
El alcohol y los solventes sintéticos también son comunes. El papel térmico puede contener alcoholes o solventes utilizados en el proceso de fabricación para disolver tintes y otros componentes.
Otros productos químicos como estabilizadores, aglutinantes o aditivos también pueden formar parte de la composición de los recubrimientos de papel térmico, lo cual varía según el fabricante.
La buena noticia es que solo recibes microdosis muy pequeñas de estas toxinas, si es que recibes alguna, con cada exposición a estos recibos. Pero esta también es la mala noticia, ya que manejamos recibos con frecuencia. Hoy, por ejemplo, recibí cinco recibos. Si eso es un promedio diario, entonces habría la posibilidad de 1,825 microexposiciones cada año.
Entonces, ¿qué se puede hacer?
Deja el recibo. Mi primera defensa, como mencioné anteriormente, es simplemente irme y dejar el recibo. Para mí, esta es la estrategia más fácil. Ocasionalmente, alguien me sigue con mi recibo, preguntándome si lo quiero. Respondo educadamente: “No, gracias”.
Recibo digital. También puedes solicitar un recibo digital cuando sea posible.
Lávate las manos. Si tocas un recibo, simplemente evita tocarte la boca u otras partes del cuerpo y lávate las manos cuando tengas la próxima oportunidad.
Los recibos son solo una forma en la que estamos expuestos a toxinas todos los días. Hay muchas otras. Por eso es tan importante tener una buena estrategia de desintoxicación. Y es por eso que soy un gran defensor de tomar BrocElite todos los días, ya que es el mejor desintoxicante de cualquier compuesto natural que conozco.
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