El Secreto del Sulforafano: Lo que La Mayoría no Sabe

En los últimos años, han aparecido muchas marcas de suplementos con brotes de brócoli que prometen ofrecer todos los beneficios del sulforafano. Pero, ¿realmente lo logran?

Un estudio realizado en 2015 por investigadores de Johns Hopkins se propuso responder esa pregunta: ¿cuánto sulforafano puede aportar cada tipo de suplemento al cuerpo?

Hoy en día, cuando quieres añadir sulforafano a tu rutina, tienes tres opciones principales:

1. Brotes de brócoli o suplementos que contienen solo glucorafanina
2. Combinaciones de glucorafanina con mirosinasa (ya sea en cápsulas o bebidas)
3. Suplementos de sulforafano estable (como BrocElite®) que ya contienen el compuesto activo listo para ser absorbido

A continuación, te explicamos el estudio clave que respalda esta información, te presentamos al Dr. Jed Fahey —el investigador detrás de este trabajo— y te mostramos por qué muchos productos del mercado no cumplen lo que prometen.

1. El estudio de Fahey et al. (2015): lo que descubrieron.

• Quién lo dirigió: El Dr. Jed W. Fahey, profesor de bioquímica nutricional en la Universidad Johns Hopkins y director del Laboratorio de Quimioprotección con Brasicáceas. Fahey es ampliamente reconocido por sus investigaciones sobre vegetales crucíferos, como el brócoli, y su papel en la prevención del cáncer.
• Cómo se diseñó: Fue un ensayo clínico aleatorizado y cruzado en voluntarios sanos. A los participantes se les administraron dosis equivalentes de preparaciones derivadas del brócoli en tres formatos distintos:
  
1. Solo glucorafanina (sin la enzima mirosinasa añadida).
2. Glucorafanina combinada con la enzima mirosinasa (como polvo de brotes o bebidas).
3. Sulforafano ya convertido antes de la ingestión (prehidrolizado ex vivo).
• Qué midieron: Se recolectó la orina de los participantes durante 24 horas y se analizaron los metabolitos de ditiocarbamato, que sirven como indicador directo de la cantidad de sulforafano absorbida.

¿Por qué es relevante?

Este diseño permitió comparar directamente el efecto de añadir mirosinasa o de entregar sulforafano ya activado. Hasta entonces, ningún estudio había sido tan riguroso en evaluar estas diferencias.

2. Jed Fahey: Pionero en la Investigación de Vegetales crucíferos.

• Credenciales: Doctorado en química biológica, más de 25 años en la Universidad Johns Hopkins, y decenas de publicaciones revisadas por pares sobre brócoli, glucosinolatos y quimioprotección contra el cáncer.
• Reputación: Su laboratorio fue quien caracterizó cómo los compuestos presentes en los vegetales de la familia de las brasicáceas activan la vía NRF2, conocida como el interruptor maestro antioxidante de nuestras células. Hoy en día, muchos investigadores siguen desarrollando sus hallazgos.
• Por qué confiar en él: El estudio fue publicado en una revista científica revisada por pares, utilizó métodos clínicos de referencia, y el equipo del Dr. Fahey hizo todos los datos sin procesar disponibles en PubMed Central.

3. Biodisponibilidad: los números detrás de las afirmaciones.

(NOTA IMPORTANTE: los porcentajes anteriores se obtuvieron en condiciones ideales y altamente controladas de laboratorio, pero en la vida real pueden ser mucho más bajos debido a factores como el transporte, almacenamiento, exposición al calor y las condiciones individuales del sistema digestivo).

• Los suplementos con solo glucorafanina dependen de tus bacterias intestinales para convertirla en sulforafano, lo cual es muy variable y, a menudo, ineficiente.
• Añadir mirosinasa cuadruplica la absorción porque proporciona directamente la enzima en la bebida o cápsula.
• El sulforafano preformado imita ese proceso de conversión ex vivo, ofreciendo una dosis más alta, aunque el sulforafano sigue siendo una molécula muy reactiva y difícil de estabilizar.

4. Por qué muchos suplementos no cumplen lo que prometen.

1. No contienen enzima añadida.
   Muchas cápsulas de “brócoli” contienen solo polvo de glucorafanina. Sin mirosinasa, apenas obtienes un 10% del beneficio—en el mejor de los casos.

2. Formulaciones inestables.
   La mirosinasa se degrada rápidamente con el calor, la humedad o el paso del tiempo. Si el suplemento no ha sido cuidadosamente liofilizado y mantenido en frío, su actividad enzimática cae drásticamente.
3. Conversión en etapas tardías.
   Incluso cuando la enzima está presente, muchas formulaciones la liberan en el intestino grueso, donde la absorción es más lenta e incompleta que en el intestino delgado.
4. Cuando el marketing pesa más que la ciencia.