¿Cuál es la Verdad Sobre la Sal?

Nuestro Cuerpo NECESITA Sal

A pesar de lo que se dice comúnmente sobre la ingesta de sal (similar a las recomendaciones sobre la exposición al sol), tu cuerpo realmente necesita sal. Dr. John Gildea dice: “El mundo entero te dice que comas menos sal. Pero tienes un termostato de sal en tu cerebro que es muy difícil de ignorar.”

Además, la Biblioteca Nacional de Medicina nos dice que “la sal, que se compone principalmente de sodio y cloruro, es esencial para la salud humana. El sodio actúa como un electrolito y juega un papel vital en el cuerpo al regular el equilibrio de fluidos, el sistema nervioso y la contracción muscular.” (10)

El Agua Dentro del Cuerpo Humano

El agua que existe en tu cuerpo no es como un vaso de agua del grifo. Es más bien una sustancia similar a un gel, a la que algunos científicos llaman agua estructurada, agua de cuarta fase o agua de zona de exclusión(1, 2,3). Por lo tanto, biológicamente beber agua desprovista de minerales y viscosidad no tiene sentido.

“El océano interior del cuerpo es salado, y sin sal, las innumerables reacciones químicas que apoyan la función enzimática, la producción de energía, la producción de hormonas, el transporte de proteínas y muchos otros procesos bioquímicos simplemente no pueden funcionar.”

Importancia de la Sal

Para mantener el equilibrio mineral, la salud celular y la vitalidad general, la sal es crucial. Al igual que con muchas cosas, puedes quedarte corto o excederte en el consumo de sal. Por eso es importante entender más sobre cómo el cuerpo utiliza la sal y las implicaciones de tener suficiente sal en la dieta.

La ingesta de sal y el equilibrio de fluidos en tu cuerpo impactan cada sistema, pero a menudo se pasa por alto. Muchas personas ni siquiera piensan en cuánta sal consumen, ni hacen la conexión entre sus síntomas o problemas de salud y su ingesta de sal. “Necesitas sal para muchas cosas, pero una de las más importantes es que una cantidad adecuada de sal te ayuda a acidificar el estómago,” dice el Dr. John Gildea.

¿Entonces, la Sal es Buena para Mí?

Si consumes sal marina pura (no sal de mesa refinada), una cantidad adecuada te ofrece varios beneficios. Estudios han demostrado que la sal protege contra la hipertensión, ayuda en el rendimiento atlético (5), es beneficiosa para quienes siguen una dieta cetogénica y se ha considerado un potenciador natural del ánimo. (13)

Curiosamente, algunos estudios indican que las dietas bajas en sodio no están realmente asociadas con una presión arterial más baja, y que “cuanto más sodio consumían las personas, menos probable era que murieran de enfermedades del corazón.” (7, 8, 9, 10)

Además, si miramos la historia, veremos que las naciones han luchado guerras por acceder a la sal. Los gobiernos incluso han influido en la gente restringiendo el uso de sal. Así que, una gran ventaja de vivir en la era moderna es la disponibilidad de sal económica en todo el mundo.

Abordando los Metales Pesados

Recientemente, algunas marcas populares de sal marina han sido cuestionadas por tener metales pesados. Es importante entender esto.

Los metales pesados están presentes de forma natural en la naturaleza (incluso se encuentran en frutas y verduras). Por lo tanto, son parte de lo que la madre tierra nos ofrece. Esta verdad debería aliviar tus preocupaciones si crees que todos los metales pesados son peligrosos.

¿Qué los hace preocupantes en algunos casos? Los metales en la naturaleza a menudo están unidos a ciertos minerales, pero cuando los humanos los manipulan y refinan, se vuelven reactivos y peligrosos.

En la sal marina pura y de alta calidad, los metales y minerales que se encuentran de forma natural están en una forma inerte que se considera segura, a diferencia de las formas fabricadas, que son dañinas para las personas y el medio ambiente.

Dado que pequeñas cantidades de metales pesados están naturalmente presentes en frutas y verduras, no parece lógico evitar por completo estas fuentes. Es mejor entender las cantidades reales presentes y sus implicaciones.

Por ejemplo, una de las marcas de sal marina más reconocidas comparte abiertamente la cantidad más alta registrada de metales pesados. Por ejemplo, el plomo tiene una cantidad máxima de 200 partes por billón (ppb). Si una persona consume 6 gramos de sal al día (que es mucho), solo estaría ingiriendo 1.2 microgramos (µg) de plomo. Esto nos dice que la cantidad de plomo en la sal es una porción increíblemente insignificante comparada con la cantidad que se absorbe de todo lo que consumes.

Ingesta Adecuada e Inadecuada de Sal

La Fundación Weston A. Price (una metodología de nutrición y bienestar basada en la investigación y experiencia del dentista Weston A. Price) recomienda 1½ cucharaditas de sal marina al día para satisfacer las necesidades del cuerpo de sodio y cloruro.

También señala que necesitas más cuando trabajas bajo el sol o cuando estás bajo estrés. Esto es una buena noticia para quienes disfrutan de la comida salada: no necesitamos renunciar a la sal para estar saludables; al contrario, la sal es vital para la buena salud.

Proporcionarle suficiente sal a tu cuerpo es importante, ya que muchos aspectos de tu fisiología se ven afectados por este delicado y altamente inteligente sistema de equilibrio de fluidos en tu cuerpo. Un estudio de Harvard en 2010 incluso vinculó las dietas bajas en sal con un aumento en la resistencia a la insulina. (14)

¿Qué Hacer Sobre la Ingesta Inadecuada de Sal?

¿Tienes síntomas que podrían estar relacionados con una ingesta crónicamente baja de sal, como el reflujo gastrointestinal? Según el Dr. John Gildea, si tienes un alto nivel de ácido en el estómago entre las comidas, beber un vaso de agua puede funcionar igual que tomar un antiácido como el Tums.

Referencias:

1. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1562391/
2. https://www.researchgate.net/publication/376613600_Biologically_Structured_Water_BSW_-A_Review_Part_1_Structured_Water_SW_Properties_BSW_and_Redox_Biology_BSW_and_Bioenergetics
3. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9083000/
4.  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5328355/
5. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22150427/
6. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5858534/
7. https://faseb.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1096/fasebj.31.1_supplement.446.6
8. https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/article-abstract/2712563?guestAccessKey=8d6f8001-a1f8-4372-b8b9-a7d935d5d7a4&utm_source=silverchair&utm_medium=email&utm_campaign=article_alert-jamainternalmedicine&utm_content=olf&utm_term=110518
9.  https://www.scientificamerican.com/article/its-time-to-end-the-war-on-salt/
10.  https://www.amjmed.com/article/S0002-9343(05)01046-6/fulltext
11.  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9374251/
12. https://www.westonaprice.org/wp-content/uploads/11Principles-chapter9.pdf
13.  https://www.westonaprice.org/health-topics/abcs-of-nutrition/the-salt-of-the-earth/#gsc.tab=0
14.  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3036792/